Acceder a los servicios, tecnologías de salud y a los medicamentos que le garanticen una atención integral y de calidad.
Recibir Información oportuna y comprensible sobre su estado de salud que le permitan tomar decisiones sobre los procedimientos que le vayan a practicar y sus riesgos.
Recibir información, solicitar explicación o rendición de cuentas de los costos de atención.
Elegir libremente al médico y la institución para mi atención.
Recibir un trato digno, respetando sus creencias y costumbres, así como las opiniones personales que tengan sobre los procedimientos.
Expresar y recibir respuesta de las quejas, reclamos y sugerencias.
Acceder a los servicios de urgencias sin que le impongan trámites administrativos adicionales a los de ley.
A la intimidad y la confidencialidad de la historia clínica.
A recibir una segunda opinión por parte de un profesional de la salud cuando lo considere pertinente.